San Gregorio Magno, -
papa y doctor de la Iglesia. (MO). Blanco.
LECTURA
1Tes 5, 1-6. 9-11
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos:
En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba.
Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón
en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la
destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto
sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes,
hermanos, no viven en las tinieblas para que ese Día los sorprenda como
un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no
pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces,
como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios. Porque
Dios no nos destinó para la ira, sino para adquirir la salvación por
nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, a fin de que, velando o
durmiendo, vivamos unidos a él. Anímense, entonces, y estimúlense
mutuamente, como ya lo están haciendo.
Palabra de Dios.
Comentario
Del
mensaje de esperanza en la resurrección, san Pablo pasa ahora al
mensaje sobre la vigilancia. Nuestra vida es espera y tensión hasta el
día del encuentro con el Señor. Por eso, vivimos en la luz y estamos
despiertos, sabiendo que nos encaminamos hacia algo grande.
SALMO
Sal 26, 1. 4. 13-14
R. ¡Contemplaré la bondad del Señor!
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una
sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa
del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor
y contemplar su Templo. R.
Yo
creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.
EVANGELIO
Lc 4, 31-37
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús
bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos
estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. En la
sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un
demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza: "¿Qué quieres de
nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé
quién eres: el Santo de Dios". Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate
y sal de este hombre". El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en
medio de todos, sin hacerle ningún daño. El temor se apoderó de todos, y
se decían unos a otros: "¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y
poder a los espíritus impuros, y ellos salen!". Y su fama se extendía
por todas partes en aquella región.
Palabra del Señor.
Comentario
En
las sinagogas, todos los sábados, los judíos se reunían para escuchar
la enseñanza y debatir sobre la Palabra de Dios. Jesús enseña, y asombra
a su auditorio. El motivo del asombro y la admiración es la autoridad
con la que habla. No se limita a repetir, sino que enseña realmente
porque da las claves para entender todo el mensaje contenido en la
Biblia.
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