Misa a elección. Feria. Verde. -
Santísimo nombre de María. (ML). Blanco.
El
nombre "María" proviene del hebreo "Miriam". Es muy probable que el
nombre fuera popular en el judaísmo contemporáneo de Jesús, ya que
también Miriam se llamaba la profetisa, hermana de Moisés. Ella y su
madre salvaron al pequeño Moisés de morir de manos de Faraón. En el
Éxodo, al cruzar el mar, es ella la que dirige los coros y las danzas
con las cuales el pueblo festeja la salida de la esclavitud. Ella, con
su palabra profética, anima al pueblo a alabar a Dios. Este bonito
nombre de una mujer que se jugó por la vida y que cantó las maravillas
de Dios, es el nombre que lleva la madre del Salvador.
LECTURA
Col 3, 12-17
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas.
Hermanos:
Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos
de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la
dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense
mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El
Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse
del amor, que es el vínculo de la perfección. Que la paz de Cristo reine
en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos
un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. Que la Palabra de
Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la
verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios
con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo
lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en Nombre del Señor
Jesús, dando gracias por él a Dios Padre.
Palabra de Dios.
Comentario
La
conversión trae como consecuencia todo aquello que construye la
comunidad. Y hará también que siempre haya lugar para el perdón entre
los integrantes de la Iglesia. Esta vida de comunión se expresará en la
oración con salmos, himnos y cánticos. ¡Qué hermoso es participar de una
comunidad que reza y canta unida, donde se percibe que la liturgia está
expresando lo que esa comunidad vive en el día a día!
SALMO
Sal 150, 1-6
R. ¡Que todos los vivientes alaben al Señor! O bien: Aleluya.
Alaben
a Dios en su Santuario, alábenlo en su poderoso firmamento; alábenlo
por sus grandes proezas, alábenlo por su inmensa grandeza. R.
Alábenlo
con toques de trompeta, alábenlo con el arpa y la cítara; alábenlo con
tambores y danzas, alábenlo con laúdes y flautas. R.
Alábenlo con platillos sonoros, alábenlo con platillos vibrantes. ¡Que todos los seres vivientes alaben al Señor! R.
EVANGELIO
Lc 6, 27-36
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús
dijo a sus discípulos: Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a
sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los
maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una
mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le
niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no
se lo reclames. Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan
por ustedes. Si aman a aquéllos que los aman, ¿qué mérito tienen?
Porque hasta los pecadores aman a aquéllos que los aman. Si hacen el
bien a aquéllos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo
hacen también los pecadores. Y si prestan a aquéllos de quienes esperan
recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los
pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el
bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de
ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con
los desagradecidos y los malos. Sean misericordiosos, como el Padre de
ustedes es misericordioso.
Palabra del Señor.
Comentario
Seguir
a Jesús es identificarse con su modo de obrar. Y, ciertamente, este
modo de obrar tiene que superar los cálculos humanos. No hay en el amor
de Jesús una medida de reciprocidad, él es puro derroche de amor. Y a
sus discípulos nos exige que estemos dispuestos a hacer lo mismo. Esto
es imposible con las fuerzas humanas. Sólo al reconocernos como hijos e
hijas de un mismo Padre, podremos incluso llegar hasta a amar al
enemigo.
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