Misa a elección. Martes V de Pascua. Blanco. -
San Pío V, papa. (ML). Blanco.
Pío fue
elegido papa en el año 1565. Su deseo fue aplicar el espíritu y la letra
del Concilio de Trento. Hizo esto mediante la reforma de las relaciones
con los jefes de estado cristianos, la lucha contra las herejías y,
sobre todo, la reforma interna de la Iglesia, "desde la Curia romana
hasta la última parroquia". También dio un notable impulso a las
misiones.
LECTURA
Hech 14, 19-28
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Algunos
judíos de Antioquía y de Iconio vinieron a Listra y lograron convencer a
la multitud. Entonces apedrearon a Pablo y, creyéndolo muerto, lo
arrastraron fuera de la ciudad. Pero él se levantó y, rodeado de sus
discípulos, regresó a la ciudad. Al día siguiente, partió con Bernabé
rumbo a Derbe. Después de haber evangelizado esta ciudad y haber hecho
numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de
Pisidia. Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en
la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones
para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad establecieron
presbíteros y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que
habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Luego
anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía. Allí se
embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de
Dios para realizar la misión que acababan de cumplir. A su llegada,
convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios
había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los
paganos. Después permanecieron largo tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios.
Comentario
No
faltan dificultades en la evangelización, pero los apóstoles siguen
adelante. En esta última parte del viaje, se dedican a consolidar las
comunidades ya fundadas. Son esas pequeñas iglesias domésticas, donde se
comparte la vida en cada celebración. La visita de los apóstoles va
tejiendo una red de comunidades unidas por la fe en Jesucristo.
SALMO
Sal 144, 10-13ab. 21
R. ¡Que tus fieles manifiesten tu gloria, Señor! O bien: Aleluya.
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R.
Así
manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu
reino: tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre.
R.
Mi boca
proclamará la alabanza del Señor: que todos los vivientes bendigan su
santo Nombre. Que tus amigos manifiesten la gloria de tu reino, desde
ahora y para siempre. R.
EVANGELIO
Jn 14, 27-31a
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A
la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se
inquieten ni teman! Me han oído decir: "Me voy y volveré a ustedes". Si
me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre
es más grande que yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que
cuando se cumpla, ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes,
porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer
contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y
obro como él me ha ordenado.
Palabra del Señor.
Comentario
"Mi
paz", dice Jesús, es la que proviene de él, la que recibimos como
regalo y es un bálsamo para nuestras inquietudes y temores. No es
cualquier paz, sino la que se sostiene porque estamos unidos a Jesús. No
es superficial o alterable por cualquier cosa; es profunda, es
serenidad honda, y da discernimiento al corazón.