domingo, 30 de noviembre de 2014

Domingo de la primera semana de Adviento. 
PRIMERA LECTURA
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!

Lectura del libro de Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7
Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor».
Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema?
Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad.
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste. y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti que hiciera tanto por el que espera en él.
Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos.
Estabas airado, y nosotros fracasamos:aparta nuestras culpas, y seremos salvos.
Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento.
Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa.
Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 
R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece. 
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R.
Dios de los ejércitos, vuélvete: 
mira desde el cielo, fíjate, 
ven a visitar tu viña, 
la cepa que tu diestra plantó, 
y que tú hiciste vigorosa. R.
Que tu mano proteja a tu escogido, 
al hombre que tú fortaleciste. 
No nos alejaremos de ti; 
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R.


SEGUNDA LECTURA
Aguardamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9
Hermanos:
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús.
Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro.
Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios.


EVANGELIO
Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

COMENTARIO al Evangelio del Domingo:
Por Mikel Garciandía Goñi, Capellán de San Miguel de Aralar (Navarra - España)

Ojalá rasgases el cielo y bajases


Cuando aún no se han apagado los ecos de la invitación por parte de Cristo, Pastor y Rey a entrar en la gran fiesta mesiánica, la liturgia nos lleva a un nuevo escenario. De la mano de San Marcos, retomamos un horizonte nuevo, el Adviento. Como peregrinos, no podemos quedarnos en ninguna posada, hay que partir. Y plantear que se precisan actitudes nuevas para un tiempo nuevo, nos resulta pesado. Nos pasa como a Israel en tiempos del tercer Isaías: vueltos a la tierra tras el exilio, nuestras ilusiones se han estrellado con la realidad: pensábamos que volviendo a Jerusalén todo sería distinto y más fácil, pero no es así. Muy pronto el desengaño cunde.

Pensábamos que nuestros esfuerzos acarrearían abundantes frutos, que nuestras comunidades se renovarían y reforzarían con la llegada de las nuevas generaciones, que aprenderíamos a compartir la misión, a celebrar en una sola asamblea, a amar con un solo corazón. Sólo queda gritar, suplicar al Señor. Rasga el cielo y baja, pues ya no nos conformamos con esperar que se cumplan tus promesas, Señor. Tal vez aprendemos a desear, anhelar que venga el mismo Dios de las Promesas y nos transforme: “tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero” (Is 64, 7).

Lo digo a todos: ¡Velad!

La experiencia de nuestra radical incapacidad nos hace recapacitar y caer en la cuenta de lo que somos, seres de esperanza. Sin ella, nos marchitamos irremisiblemente, pues estamos hechos para la Patria, aquí somos exiliados, huéspedes. Es trágico para el mundo percibir que los que estamos llamados a ser sal y luz ya no esperamos nada. Por eso Jesús sale hoy a nuestro encuentro y nos saca de nuestro abotargamiento, se nuestro desánimo. Se ha marcado de viaje para propiciar nuestra responsabilidad, nuestro crecimiento, nuestra libertad.

“De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (1 Cor 1, 8). Si estamos pertrechados para el viaje de la vida por nuestra fe, aquí tenemos una preciosa encomienda: vivir atentos, solícitos a esas señales de la manifestación del Señor para que sus promesas calen en el mundo: paz, justicia, fraternidad son anticipos de la gran Visita que se dará al final de los tiempos. Su discreta visita en la Eucaristía nos mantendrá despiertos y vigilantes, en la tensión del amor cuya tarea fundamental es prepararse para la llegada del Amado.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Sábado de la trigesimocuarta SEMANA del Tiempo Ordinario. 
PRIMERA LECTURA
Ya no habrá más noche, porque el Señor irradiará luz sobre ellos

Lectura del libro del Apocalipsis 22, 1-7
El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. A mitad de la calle de la ciudad, a ambos lados del río, crecía un árbol de la vida; da doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. Allí no habrá ya nada maldito. En la ciudad estarán el trono de Dios y el del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio, lo verán CARA a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá más noche, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Me dijo: -«Estas palabras son ciertas y verdaderas. El Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que pasar muy pronto. Mira que estoy para llegar. Dichoso quien hace caso del mensaje profético contenido en este libro. »

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 94, 1-2. 3-5. 6-7 
R. Maranathá. Ven, Señor JESÚS.
Venid, aclamemos al Señor, 
demos vítores a la Roca que nos salva; 
entremos a su presencia dándole gracias, 
aclamándolo con cantos. R.
Porque el Señor es un Dios grande, 
soberano de TODOS LOS dioses: 
tiene en su mano las simas de la tierra, 
son suyas las cumbres de los montes; 
suyo es el mar, porque él lo hizo, 
la tierra firme que modelaron sus manos. R.
Entrad, postrémonos por tierra, 
bendiciendo al Señor, creador nuestro. 
Porque él es nuestro Dios, 
y nosotros su pueblo, 
el rebaño que él guía. R.


EVANGELIO
Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Viernes de la trigesimocuarta semana del Tiempo Ordinario. 
PRIMERA LECTURA
Los muertos fueron juzgados según sus obras. Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo 

LECTURA del libro del Apocalipsis 20, 1-4. 11-21, 2
Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo llevando la llave del abismo y una cadena GRANDE en la mano. Agarró al dragón, que es la serpiente primordial, el diablo o Satanás, y lo encadenó para mil años; lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que estar suelto por un poco de tiempo. Vi también unos tronos y en ellos se sentaron los encargados de juzgar; vi también las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y la palabra de Dios, los que no habían rendido homenaje a la bestia ni a su estatua y no hablan recibido su señal en la frente ni en la mano. Éstos volvieron a la vida y reinaron con Cristo mil años.
Luego vi un trono blanco y grande, y al que estaba sentado en él. A su presencia desaparecieron cielo y tierra, porque no hay sitio para ellos. Vi a los muertos, pequeños y grandes, de pie ante el trono. Se abrieron los libros y se abrió otro libro, el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según sus obras, escritas en los libros. El mar entregó sus muertos, muerte y abismo entregaron sus muertos, y todos fueron juzgados según sus obras. Después muerte y abismo fueron arrojados al lago de fuego -el lago de fuego es la segunda muerte-. Los que no estaban escritos en el libro de la vida fueron arrojados al lago de fuego.
Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 83, 3. 4. 5-6a y 8a 
R. Ésta es la morada de Dios con los hombres.
Mi alma se consume y anhela 
los atrios del Señor, 
mi corazón y mi carne 
retozan por el Dios vivo. R.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa; 
la golondrina, un nido 
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos, 
Rey mío y Dios mío. R.
Dichosos los que viven en tu casa, 
alabándote siempre. 
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza: 
caminan de baluarte en baluarte. R.


EVANGELIO
CUANDO veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, expuso Jesús una parábola a sus discípulos:
-«Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca.
Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.»

Palabra del Señor.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Jueves de la trigesimocuarta SEMANA del Tiempo Ordinario. 
PRIMERA LECTURA
¡Cayó la gran Babilonia!

Lectura del libro del Apocalipsis 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9a
Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo; venia con gran autoridad y su resplandor iluminó la tierra. Gritó a pleno pulmón:
-« ¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de todo espíritu impuro, en guarida de todo pájaro inmundo y repugnante.»
Un ángel vigoroso levantó una piedra grande como una rueda de molino y la tiró al mar, diciendo:
-«Así, de golpe, precipitarán a Babilonia, la gran metrópoli, y desaparecerá. El son de arpistas y músicos, de flautas y trompetas, no se oirá más en ti. Artífices de ningún arte habrá más en ti, ni murmullo de molino se oirá más en ti; ni luz de lámpara brillará más en ti, ni voz de novio y novia se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, y con tus brujerías embaucaste a TODAS LASnaciones. »
Oí después en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre; cantaban:
-«Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de NUESTRO Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos. Él ha condenado a la gran prostituta que corrompía a la tierra con sus fornicaciones, y le ha pedido cuenta de la sangre de sus siervos.»
Y repitieron:
-«Aleluya. El humo de su incendio sube por los siglos de los siglos.»
Luego me dice:
-«Escribe: "Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero. " »

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 99, 2. 3. 4. 5 
R. Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.
Aclama al Señor, tierra entera, 
servid al Señor con alegría, 
entrad en su presencia con vítores. R.
Sabed que el Señor es Dios: 
que él nos hizo y somos suyos, 
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, 
por sus atrios con himnos, 
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.
«El Señor es bueno, 
su misericordia es eterna, 
su fidelidad por todas las edades.» R.


EVANGELIO
Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 20-28
En aquel TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!
Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo.
Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.»

Palabra del Señor.
Gracias por tu visita!!!