lunes, 22 de noviembre de 2010

Santa Cecilia, virgen y mártir. (MO). Rojo.

Son pocos los datos que tenemos de esta santa, que murió mártir en el siglo II. Existen indicios de que pertenecía a una familia noble. Fue entregada en matrimonio a un pagano, quien se convirtió al cristianismo junto con sus hermanos. Obligados Cecilia y su esposo a renegar de la fe, se negaron a ello, por lo cual sufrieron el martirio. La Iglesia la venera como patrona de los músicos, ya que, en las actas de su martirio, se dice que ella cantaba al Señor desde lo profundo de su corazón.

LECTURA

Apoc 14, 1-5

Lectura del libro del Apocalipsis.

Yo, Juan, vi al Cordero que estaba de pie sobre el monte Sión, acompañado de ciento cuarenta y cuatro mil elegidos, que tenían escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre. Oí entonces una voz que venía del cielo, semejante al estrépito de un torrente y al ruido de un fuerte trueno, y esa voz era como un concierto de arpas: los elegidos cantaban un canto nuevo delante del trono de Dios, y delante de los cuatro Seres Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender este himno, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. Ellos siguen al Cordero donde quiera que vaya. Han sido los primeros hombres rescatados para Dios y para el Cordero. En su boca nunca hubo mentira y son inmaculados.

Palabra de Dios.



Comentario

"El número 12 se asocia siempre con los elegidos (las doce tribus, los doce apóstoles). El número mil equivale a una gran cantidad. Si multiplicamos doce por doce nos da 144, que indicaría entonces la cantidad de los elegidos. Si a este resultado lo multiplicamos a su vez por mil, nos da la cantidad de 144.000 que significaría algo así como la inmensa suma de todos los elegidos, sin pretender ponerle un número determinado como hacen algunas sectas" (Luis H. Rivas, ¿Qué dice el Apocalipsis?).



SALMO

Sal 23, 1-6

R. ¡Benditos los que buscan tu rostro, Señor!

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.

¿Quién podrá subir a la montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente. R.

Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.



EVANGELIO

Lc 21, 1-4

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del templo. Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, y dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir".

Palabra del Señor.



Comentario

¿Qué damos? ¿Cuánto damos? ¿Cómo damos? Las respuestas pueden llevarnos a especulaciones tan farisaicas como economicistas. El evangelio de hoy justamente nos enseña a no calcular lo que se da, sino a entregarse confiadamente a la providencia de Dios.

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