jueves, 18 de noviembre de 2010

Misa a elección. Feria. Verde. Dedicación de las Basílicas de los santos Pedro y Pablo, apóstoles. (ML). Blanco.

La dedicación de estas basílicas fue hecha por los papas Silvestre y Sirico en el siglo IV. Inmediatamente, esta conmemoración se extendió en todo el rito romano. Con ello se quiso honrar la memoria de quienes en vida fueron los grandes testigos del evangelio de la primera generación cristiana y que entregaron su vida por predicar la Palabra de Dios.

LECTURA

Apoc 5, 1-10

Lectura del libro del Apocalipsis.

Yo, Juan, vi en la mano derecha de Aquel que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi a un Ángel poderoso que proclamaba en alta voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?". Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo. Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo. Pero uno de los Ancianos me dijo: "No llores: ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David, y él abrirá el libro y sus siete sellos". Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra. El Cordero vino y tomó el libro de la mano derecha de Aquel que estaba sentado en el trono. Cuando tomó el libro, los cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos, y cantaban un canto nuevo, diciendo: "Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones. Tú has hecho de ellos un reino sacerdotal para nuestro Dios, y ellos reinarán sobre la tierra".

Palabra de Dios.



Comentario

"Nadie es capaz de abrir el libro (5, 3). Juan llora (5, 4). Es la situación de las comunidades. Ellas lloran, porque creen que Dios ya no controla más la historia. (?) Jesús recibe el libro de las manos de Dios (5, 7) y se transforma, así, en el Señor de la historia (5, 13). ¡Es él quien va a asumir el control de los acontecimientos y va a ejecutar el plan de Dios!" (C. Mesters, El Apocalipsis. La esperanza de un pueblo).



SALMO

Sal 149, 1-6. 9

R. ¡Nos has hecho reyes y sacerdotes para nuestro Dios!

Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que Israel se alegre por su Creador y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.

Celebren su nombre con danzas, cántenle con el tambor y la cítara, porque el Señor tiene predilección por su pueblo y corona con el triunfo a los humildes. R.

Que los fieles se alegren por su gloria y canten jubilosos en sus fiestas. Glorifiquen a Dios con sus gargantas: este es un honor para todos sus fieles. R.



EVANGELIO

Lc 19, 41-44

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: "¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios".

Palabra del Señor.



Comentario

Quizás hoy también nosotros, como Jesús, contemplemos nuestras ciudades, y lloremos por ellas pensando y clamando "si conocieras lo fácil que es vivir en paz". Hay momentos en que nos duele nuestro pueblo; y, si en verdad lo amamos, es imposible no sentir ese dolor.

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