sábado, 22 de enero de 2011

Misa a elección. Feria. Verde. - San Vicente, diácono y mártir. (ML). Rojo. - Beata Laura Vicuña, virgen. (ML). Blanco.

Laura nació en Chile en 1891. A raíz de la muerte de su padre se trasladó junto con su madre y su hermana a Junín de los Andes (Neuquén). En esta región ingresó al colegio Misión-María Auxiliadora. Su madre comenzó a vivir en una situación irregular con un hombre de la zona; frente a esto, Laura ofreció su vida a Dios por la conversión de su madre. Al caer enferma, contó a su madre todo esto y ella se reconcilió con Dios y cambió su estado de vida. A causa de su enfermedad, Laura murió al poco tiempo, a la edad de 15 años.

LECTURA

Heb 9, 1-3. 6-7. 11-14

Lectura de la carta a los Hebreos.

Hermanos: La primera Alianza tenía un ritual para el culto y un santuario terrestre. En él, se instaló un primer recinto, donde estaban el candelabro, la mesa y los panes de la oblación: era el lugar llamado Santo. Luego, detrás del segundo velo había otro recinto, llamado el Santo de los santos. Dentro de este ordenamiento, los sacerdotes entran siempre al primer recinto para celebrar el culto. Pero al segundo, sólo entra una vez al año el Sumo Sacerdote, llevando consigo la sangre que ofrece por sus faltas y las del pueblo. Cristo, en cambio, ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes futuros. Él, a través de una Morada más excelente y perfecta que la antigua ?no construida por manos humanas, es decir, no de este mundo creado? entró de una vez por todas en el Santuario, no por la sangre de chivos y terneros, sino por su propia sangre, obteniéndonos así una redención eterna. Porque si la sangre de chivos y toros y la ceniza de ternera, con que se rocía a los que están contaminados por el pecado, los santifica, obteniéndoles la pureza externa, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por obra del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para permitirnos tributar culto al Dios viviente!

Palabra de Dios.



Comentario

El tiempo de los sacrificios y del culto sangriento terminó con Cristo. Dios no quiere más víctimas. La sangre de Cristo hizo el sacrificio y la entrega perfecta. Unidos a Cristo, rendimos culto a Dios no con la muerte, sino con la vida.



SALMO

Sal 46, 2-3. 6-9

R. ¡El Señor asciende entre aclamaciones!

Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al Señor con gritos de alegría; porque el Señor, el Altísimo, es temible, es el soberano de toda la tierra. R.

El Señor asciende entre aclamaciones, asciende al sonido de trompetas. Canten, canten a nuestro Dios, canten, canten a nuestro Rey. R.

El Señor es el Rey de toda la tierra, cántenle un hermoso himno. El Señor reina sobre las naciones, el Señor se sienta en su trono sagrado. R.

Aleluya. Señor, toca nuestro corazón, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. Aleluya.



EVANGELIO

Mc 3, 20-21

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: "Es un exaltado".

Palabra del Señor.



Comentario

Estos versículos del evangelio dejan ver que la actividad que desarrollaba Jesús resultaba novedosa y movilizante aún para sus parientes. Una práctica de la fe liberada de las viejas prescripciones y una predicación alegre y animada se salía de cualquier esquema conocido, también para quienes estaban más cercanos a Jesús. De modo que incluso sus familiares más cercanos tuvieron que dejarse transformar por esta novedad del Reino de Dios, que supera cualquier expectativa.

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