miércoles, 19 de enero de 2011

De la feria. Verde.

LECTURA

Heb 7, 1-3. 15-17

Lectura de la carta a los Hebreos.

Hermanos: Melquisedec, que era rey de Salém, sacerdote de Dios, el Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando éste volvía de derrotar a los reyes y lo bendijo; y Abraham le entregó la décima parte de todo el botín. El nombre de Melquisedec significa, en primer término, "rey de justicia"; y él era, además, rey de Salém, es decir, "rey de paz". De él no se menciona ni padre ni madre ni antecesores, ni comienzo ni fin de su vida: así, a semejanza del Hijo de Dios, él es sacerdote para siempre. El sacerdote de la Nueva Alianza, a semejanza de Melquisedec, se constituye, no según la disposición de una ley meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible. De él se ha atestiguado: "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec".

Palabra de Dios.



Comentario

El autor se remonta a la figura del sacerdote Melquisedec (Gn 14), en quien ve prefigurado misteriosamente a Cristo sacerdote. ¿Por qué? En el pueblo judío el sacerdocio no era una vocación, sino una función hereditaria, transmitida de padres a hijos exclusivamente entre los integrantes de la tribu de Aarón. Jesús no pertenecía a esa tribu. Por lo tanto su sacerdocio no estuvo atado a tiempos ni a genealogías. Su sacerdocio estaba prefigurado en aquel sacerdote Melquisedec, que aparecía "sin que se mencione ni padre, ni madre, ni antecesores, ni comienzo ni fin de su vida". Es decir, no un sacerdote al modo humano, sino un sacerdote instituido directamente por Dios.



SALMO

Sal 109, 1-4

R. ¡Tú eres sacerdote para siempre!

Dijo el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, mientras yo pongo a tus enemigos como estrado de tus pies". R.

El Señor extenderá el poder de tu cetro: "¡Desde Sión domina en medio de tus enemigos! Tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad; yo mismo te engendré como rocío, desde el seno de la aurora". R.

El Señor lo ha jurado y no se retractará: "Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec". R.



EVANGELIO

Mc 3, 1-6

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús entró en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo sanaba en sábado, con el fin de acusarlo. Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: "Ven y colócate aquí delante". Y les dijo: "¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". Pero ellos callaron. Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió y su mano quedó sana. Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él.

Palabra del Señor.



Comentario

Aquellos que se benefician con la parálisis de los pobres, siempre preferirán la muerte. Las estructuras viejas paralizan, porque ellas mismas están fosilizadas. ¿Cómo se puede esperar vida y salud de sistemas que están estancados? El Reino de Dios, que es puro amor en acción, trae movimiento y sanación, manos extendidas y vida.

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