miércoles, 5 de octubre de 2011

De la feria. Verde.

LECTURA

Jon 3, 10; 4, 1-11

Lectura de la profecía de Jonás.

Cuando Dios vio todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió. Jonás se disgustó mucho y quedó muy enojado. Entonces oró al Señor, diciendo: "¡Ah, Señor! ¿No ocurrió acaso lo que yo decía cuando aún estaba en mi país? Por eso traté de huir a Tarsis lo antes posible. Yo sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para enojarte y de gran misericordia, y que te arrepientes del mal con que amenazas. Ahora, Señor, quítame la vida, porque prefiero morir antes que seguir viviendo". El Señor le respondió: "¿Te parece que tienes razón para enojarte?". Jonás salió de Nínive y se sentó al este de la ciudad: allí levantó una choza y se sentó a la sombra de ella, para ver qué iba a suceder en la ciudad. Entonces el Señor hizo crecer allí una planta de ricino, que se levantó por encima de Jonás para darle sombra y librarlo de su disgusto. Jonás se puso muy contento al ver esa planta. Pero al amanecer del día siguiente, Dios hizo que un gusano picara el ricino y éste se secó. Cuando salió el sol, Dios hizo soplar un sofocante viento del este. El sol golpeó la cabeza de Jonás, y éste se sintió desvanecer. Entonces se deseó la muerte, diciendo: "Prefiero morir antes que seguir viviendo". Dios le dijo a Jonás: "¿Te parece que tienes razón de enojarte por ese ricino?". Y él respondió: "Sí, tengo razón para estar enojado hasta la muerte". El Señor le replicó: "Tú te conmueves por ese ricino que no te ha costado ningún trabajo y que tú no has hecho crecer, que ha brotado en una noche y en una noche se secó, y Yo, ¿no me voy a conmover por Nínive, la gran ciudad, donde habitan más de ciento veinte mil seres humanos que no saben distinguir el bien del mal, y donde hay además una gran cantidad de animales?".

Palabra de Dios.



Comentario

"El profeta no sufrió por el árbol, sino por él mismo. Jonás no le pide a Dios que reviva el arbusto, sólo pide para él, en forma egoísta, 'mejor morir que vivir'; es decir, prefiero la muerte antes que el pueblo me considere un mentiroso. No hay mejor alabanza para un profeta que considerarlo como el gestor del arrepentimiento de una gran ciudad. Jonás cumplió con su función de profeta, pero le es imposible reconocer su función como valiosa; Jonás busca reforzar solamente su prestigio personal" (L. Frankel-I. Abarbanel, Fuentes del judaísmo, Ed. Ort).



SALMO

Sal 85, 3-6. 9-10

R. ¡Tú eres rico en misericordia, Señor!

Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor, porque te invoco todo el día; reconforta el ánimo de tu servidor, porque a ti, Señor, elevo mi alma. R.

Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan: ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica! R.

Todas las naciones que has creado vendrán a postrarse delante de ti, y glorificarán tu Nombre, Señor, porque tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace maravillas. R.



EVANGELIO

Lc 11, 1-4

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos". Él les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación".

Palabra del Señor.



Comentario

Jesús mismo reza. Él nos da el ejemplo. El evangelio lo muestra varias veces orando a solas. Del contacto íntimo y personal es de donde nace esta experiencia por la cual, igual que Jesús, podemos llamar a Dios: Abbá, papá, padre nuestro, y confiarle nuestras necesidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!