lunes, 4 de octubre de 2010

San Francisco de Asís. (MO). Blanco.

Hijo de un rico comerciante italiano, luego de participar en la guerra contra Perugia, sintió el llamado de Dios. "Vete a reparar mi casa, que está en ruinas", le dijo el crucifijo de la Iglesia de San Damián. Francisco inició así una vida consagrada a la Dama Pobreza, junto con un grupo de compañeros. Se dedicaron a la oración y a la predicación, no sólo en Europa, ya que Francisco mismo viajó hasta Oriente para predicar a los musulmanes. Fundó la orden de los hermanos menores, la de las clarisas y una tercera orden de los seglares. Su vida fue una alabanza a Dios por todas sus criaturas. Murió en el año 1226.

LECTURA

Gál 1, 6-12

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.

Hermanos: Me sorprende que ustedes abandonen tan pronto al que los llamó por la gracia de Cristo, para seguir otro evangelio. No es que haya otro, sino que hay gente que los está perturbando y quiere alterar el Evangelio de Cristo. Pero si nosotros mismos o un ángel del cielo les anuncia un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡que sea expulsado! Ya se lo dijimos antes, y ahora les vuelvo a repetir: el que les predique un evangelio distinto del que ustedes han recibido, ¡que sea expulsado! ¿Acaso yo busco la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿Piensan que quiero congraciarme con los hombres? Si quisiera quedar bien con los hombres, no sería servidor de Cristo. Quiero que sepan, hermanos, que la Buena Noticia que les prediqué no es cosa de los hombres, porque yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Palabra de Dios.



Comentario

Hace unos días, la lectura del libro de Job nos invitaba a conocer a Dios directamente, sin quedarnos con lo que hemos escuchado de él. Hoy san Pablo nos dice algo similar: el mensaje que él predica lo ha aprendido por su comunión con Dios y no por la ciencia humana. Volvemos hoy a preguntarnos: ¿nos atrevemos a dejar que Dios nos enseñe?, ¿le damos espacio para que su palabra y sabiduría inunden nuestro espíritu?



SALMO

Sal 110, 1-2. 7-9. 10

R. ¡El Señor se acuerda de su Alianza!

Doy gracias al Señor de todo corazón en la reunión y en la asamblea de los justos. Grandes son las obras del Señor: los que las aman desean comprenderlas. R.

Las obras de sus manos son verdad y justicia; todos sus preceptos son indefectibles: están afianzados para siempre y establecidos con lealtad y rectitud. R.

Él envió la redención a su pueblo, promulgó su alianza para siempre: Su Nombre es santo y temible. ¡El Señor es digno de alabanza eternamente! R.



EVANGELIO

Lc 10, 25-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?". Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?". Él le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo". "Has respondido exactamente; obra así y alcanzarás la vida", le dijo Jesús. Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?". Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver". ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?". "El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".

Palabra del Señor.



Comentario

"El samaritano que se acerca al herido -es el prototipo de la persona odiada, rechazada, y que resulta incómoda porque su sola presencia ponía en riesgo la pureza legal- sirve a Jesús como modelo de lo que significa ser prójimo. El samaritano actuó contra la Ley y podría ser motivo de acusación del piadoso doctor de la Ley, pero su acción supera en mucho a la Ley misma porque ha actuado con amor, con compasión, con generosidad, con desinterés y, sobre todo, con misericordia" (Comentario de La Biblia de Nuestro Pueblo).

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