martes, 26 de octubre de 2010

De la feria. Verde.

LECTURA

Ef 5, 21-33

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.

Hermanos: Sométanse los unos a los otros, por consideración a Cristo. Las mujeres, a su propio marido como al Señor, porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo. Así como la Iglesia está sometida a Cristo, de la misma manera las mujeres deben respetar en todo a su marido. Los maridos amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. "Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne". Éste es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su propia mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.

Palabra de Dios.



Comentario

Al dar estos consejos familiares, el autor sigue el modelo de familia de la sociedad patriarcal de la época, en la cual el padre y esposo era el jefe y superior no sólo de los hijos sino también de la esposa. Sin embargo, el autor cristiano hace un gran avance al ordenar el cuidado y el respeto recíproco entre marido y mujer. Por encima de cualquier convención social, en un matrimonio cristiano la primera premisa es el amor mutuo.



SALMO

Sal 127, 1-5

R. ¡Feliz el que teme al Señor!

¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.

Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.

¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.



EVANGELIO

Lc 13, 18-21

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús dijo: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas". Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios? Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa".

Palabra del Señor.



Comentario

A pesar de los adversarios, como el jefe de la sinagoga de la lectura de ayer, Jesús confía en la fuerza del Reino. Como crece una semilla, como levanta la levadura, así se expande el Reino de Dios. Por su propia fuerza, transformando todo lo que está alrededor, aunque algunos quieran frenarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!