miércoles, 14 de julio de 2010

Miércoles 14 -

Misa a elección. Feria. Verde. - San Camilo de Lelis, presbítero. (ML). Blanco.

Camilo fue militar como su padre, pero su afición al juego lo llevó a terminar vendiéndose como esclavo. La ruina y la enfermedad produjeron en él una profunda conversión; estando en el hospital de Roma, conoció a san Felipe Neri, que fue su guía espiritual. Camilo se ordenó sacerdote y fundó la Orden de los Clérigos regulares ministros de los enfermos. Es el patrono de los enfermos y del personal hospitalario.

LECTURA

Is 10, 5-7. 13-16

Lectura del libro de Isaías.

Así habla el Señor: "¡Ay de Asiria! Él es el bastón de mi ira y la vara de mi furor está en su mano. Yo lo envío contra una nación impía, lo mando contra un pueblo que provocó mi furor, para saquear los despojos y arrebatar el botín, y pisotearlo como al barro de las calles. Pero él no lo entiende así, no es eso lo que se propone: él no piensa más que en destruir y en barrer una nación tras otra". Porque el rey de Asiria ha dicho "Yo he obrado con la fuerza de mi mano, y con mi sabiduría, porque soy inteligente. He desplazado las fronteras de los pueblos y he saqueado sus reservas: como un héroe, he derribado a los que se sientan en tronos. Mi mano tomó como un nido las riquezas de los pueblos; como se juntan huevos abandonados, así he depredado toda la tierra, y no hubo nadie que batiera las alas o abriera el pico para piar". ¿Se gloría el hacha contra el leñador? ¿Se envanece la sierra contra el que la maneja? ¡Como si el bastón manejara al que lo empuña y el palo levantara al que no es un leño! Por eso el Señor de los ejércitos hará que la enfermedad consuma su vigor y dentro de su carne hará arder una fiebre, como el ardor del fuego.

Palabra de Dios.



Comentario

Las naciones de la tierra se jactan de su poder y de su impunidad para arrasar. Destruyen pueblos y aplastan a los débiles, como si Dios no tuviera eso en cuenta. Pero, aunque nos parezca que Dios está desatento, él va conduciendo misteriosamente la historia, para que su Reino se manifieste en la tierra.



SALMO

Sal 93, 5-10. 14-15

R. El Señor no abandona a su pueblo.

Los malvados pisotean a tu pueblo, Señor, y oprimen a tu herencia; matan a la viuda y al extranjero, asesinan a los huérfanos. R.

Y exclaman: "El Señor no lo ve, no se da cuenta el Dios de Jacob". ¡Entiendan, los más necios del pueblo!, y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán? R.

El que hizo el oído, ¿no va a escuchar? El que formó los ojos, ¿será incapaz de ver? ¿Dejará de castigar el que educa a las naciones y da a los hombres el conocimiento? R.

Porque el Señor no abandona a su pueblo ni deja desamparada a su herencia: la justicia volverá a los tribunales y los rectos de corazón la seguirán. R.



EVANGELIO

Mt 11, 25-27

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar".

Palabra del Señor.



Comentario

Contrapuesto al lamento que leíamos ayer por las ciudades impenitentes, se encuentra esta alegre alabanza al Padre por todo lo que ha revelado a los pequeños. Tanto la lamentación como la alabanza nacen de la experiencia de Jesús en su misión. Él ha percibido cómo se relacionan con Dios los grandes y los pequeños, los sabios y los sencillos. Y por eso proclama, con alegría y reconocimiento, que Dios se ha manifestado en aquellos que menos aparentan a los ojos del mundo.

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