martes, 11 de junio de 2013

San Bernabé, apóstol. (MO). Rojo.
Era originario de la isla de Chipre. Desde muy temprano, formó parte de la comunidad cristiana, y él fue el encargado de presentar a Pablo a la comunidad de Jerusalén. Desde la comunidad de Antioquía, partió con Pablo para evangelizar al mundo pagano. La tradición dice que murió mártir, apedreado en Salamina.
LECTURA
Hech 11, 21-26; 13, 1-3
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
En aquellos días: Muchos creyeron y se convirtieron. Al enterarse de esto, la Iglesia de Jerusalén envió a Bernabé a Antioquía. Cuando llegó y vio la gracia que Dios les había concedido, él se alegró mucho y exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con un corazón firme. Bernabé era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Y una gran multitud adhirió al Señor. Entonces Bernabé partió hacia Tarso en busca de Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Ambos vivieron todo un año en esa Iglesia y enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía, donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de "cristianos". En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores, entre los cuales estaban Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, amigo de infancia del tetrarca Herodes, y Saulo. Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: "Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado". Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Palabra de Dios.

Comentario
Bernabé comprendió que el evangelio no tiene fronteras, que puede crecer tanto en el centro como en la periferia y en los lugares más extraños. Y Antioquía no podía ser la excepción. Su apertura al Espíritu le hizo reconocer todo eso a tal punto, que luego se transformó en uno de los compañeros de viaje de Pablo.

SALMO
Sal 97, 1-6
R. El Señor reveló su justicia a los ojos de las naciones.
Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas; su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones; se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; con clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey. R.

EVANGELIO
Mt 10, 7-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus apóstoles: "Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, purifiquen leprosos, expulsen demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes".
Palabra del Señor.

Comentario
Somos enviados para sanar, para desterrar el mal y llevar vida allí donde todo está muerto. Nuestro envío es claramente comprometido con un mundo que necesita una Buena Noticia.

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