El Sagrado Corazón de Jesús. (S). Blanco.
"La
difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se debe a?santa
Margarita de Alacoque?a quien Jesús se le apareció con estas palabras:
'Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por
los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio,
desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi
amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos
insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi
servicio'".
LECTURA
Ez 34, 11-16
Lectura de la profecía de Ezequiel.
Así
habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me
ocuparé de él. Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio
de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de
todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y
tinieblas. Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de entre las
naciones, las traeré a su propio suelo y las apacentaré sobre las
montañas de Israel, en los cauces de los torrentes y en todos los
poblados del país. Las apacentaré en buenos pastizales y su lugar de
pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí descansarán en un
buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos sobre las
montañas de Israel. Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a
descansar ?oráculo del Señor?. Buscaré a la oveja perdida, haré volver a
la descarriada, vendaré a la herida y sanaré a la enferma, pero
exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con
justicia.
Palabra de Dios.
Comentario
¿Y
cuáles son las ovejas de Dios, aquellas a las cuales él en persona sale
a buscar? Sin dudas que son todos sus hijos, cada uno de ellos. Dios,
el pastor, no discrimina, no selecciona, no excluye a ninguna oveja de
su pastoreo.
SALMO
Sal 22, 1-6
R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El
Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en
verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas.
R.
Me guía por el
recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras
quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu
bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
SEGUNDA LECTURA
Rom 5, 5b-11
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía éramos débiles,
Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores. Difícilmente se
encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea
capaz de morir por un bienhechor. Pero la prueba de que Dios nos ama es
que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Y ahora
que estamos justificados por su sangre, con mayor razón seremos librados
por él de la ira de Dios. Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más ahora que
estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. Y esto no es todo:
nosotros nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo,
por quien desde ahora hemos recibido la reconciliación.
Palabra de Dios.
Comentario
Jesús
no muere por quien se considera "bueno" o "santo". Por eso, es
necesario ahondar en nuestra verdadera miseria, en la realidad de
nuestro pecado, para sentir profundamente su amor salvador y
misericordioso.
EVANGELIO
Lc 15, 3-7
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús
dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: Si alguien tiene
cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo
y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la
encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a
su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo,
porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de
la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que
se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan
convertirse.
Palabra del Señor.
Comentario
Hoy
nos sentimos entre los brazos de Jesús, que con ternura nos toma y nos
aprieta contra su pecho, y nos dice: "No tengas miedo, yo te voy a
cargar, ya no vas a caminar con tanto peso, porque yo te llevo". Ya no
nos esforzamos en "subir" hasta Jesús, él vino a nosotros, y nos levanta
hacia sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario