San Antonio de Padua, -
presbítero y doctor de la Iglesia. (MO). Blanco.
San
Antonio fue un franciscano que se destacó tanto por la predicación como
por su tarea como teólogo, en la cátedra de Bolonia. Predicaba en
plazas y mercados, llamando a la conversión y denunciando la avaricia y
la usura. Fue provincial de los franciscanos. Murió muy joven, en el año
1231, a los 36 años, con fama de santidad. El pueblo reconoció en él a
un predicador del evangelio y a un sanador amigo de pobres y oprimidos.
LECTURA
2Cor 3, 15?4, 1. 3-6
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos:
Hasta el día de hoy un velo cubre la inteligencia de los israelitas
siempre que leen a Moisés. Pero al que se convierte al Señor, se le cae
el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del
Señor, allí está la libertad. Nosotros, en cambio, con el rostro
descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos
transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más
glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu. Por eso, investidos
misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos. Si
nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquéllos
que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo
les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer
el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. Porque no
nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y
nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús.
Porque el mismo Dios que dijo: "Brille la luz en medio de las
tinieblas»", es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para
que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el
rostro de Cristo.
Palabra de Dios.
Comentario
Pablo
está convencido acerca de la libertad de recibir o rechazar la Palabra
de Dios. Y es cierto. Dios respeta cada corazón y cada uno de nuestros
actos. Por eso, paradójicamente, el rechazo a Dios es una afirmación de
la libertad que él mismo nos ha regalado.
SALMO
Sal 84, 9ab. 10-14
R. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.
Voy
a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su
pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la
Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El
Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la
Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El
mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
EVANGELIO
Mt 5, 20-26
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús
dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es
superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los
Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y
el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo
aquél que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un
tribunal. Y todo aquél que lo insulta merece ser castigado por el
Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno. Por lo tanto, si al
presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene
alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a
reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu
ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario,
mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al
juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás
de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Palabra del Señor.
Comentario
No
podemos quedarnos en la letra, en un simple mandato que nos indique
cómo vivir o qué no debemos hacer. Hay que dar un paso. Jesús nos enseña
a ver el corazón humano, sede de las decisiones, como el lugar en donde
se juega el verdadero cumplimiento de la ley.
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