Misa a elección. Feria. Blanco. -
San Isidro, labrador. (ML). Blanco
Isidro
fue un trabajador rural que sirvió en diversas haciendas en España.
Finalmente, se estableció en una finca donde fue reconocido por su
laboriosidad y su honradez. Es un ejemplo de laico que vivió la
espiritualidad cristiana en la tarea cotidiana. Es el patrono de los
labradores.
LECTURA
Hech 20, 28-38
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
Pablo
decía a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Velen por ustedes, y
por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha constituido
guardianes para apacentar a la Iglesia de Dios, que él adquirió al
precio de su propia sangre. Yo sé que después de mi partida se
introducirán entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y
aun de entre ustedes mismos surgirán hombres que tratarán de arrastrar a
los discípulos con doctrinas perniciosas. Velen, entonces, y recuerden
que durante tres años, de noche y de día, no he cesado de aconsejar con
lágrimas a cada uno de ustedes. Ahora los encomiendo al Señor y a la
Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y
darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que
han sido santificados. En cuanto a mí, no he deseado ni plata ni oro ni
los bienes de nadie. Ustedes saben que con mis propias manos he atendido
a mis necesidades y a las de mis compañeros. De todas las maneras
posibles, les he mostrado que así, trabajando duramente, se debe ayudar a
los débiles, y que es preciso recordar las palabras del Señor Jesús:
'La felicidad está más en dar que en recibir'". Después de decirles
esto, se arrodilló y oró junto a ellos. Todos se pusieron a llorar,
abrazaron a Pablo y lo besaron afectuosamente, apenados sobre todo
porque les había dicho que ya no volverían a verlo. Después lo
acompañaron hasta el barco.
Palabra de Dios.
Comentario
En
este discurso de despedida, Pablo hace una reseña de su misión. Aquí
recuerda también "que con mis propias manos he atendido a mis
necesidades". Con esto se refiere a su oficio de tejedor y a la práctica
que mantuvo durante la misión: siguió viviendo de su trabajo, para no
ser una carga y mantener su libertad. Para él, este modo de ejercer la
tarea pastoral fue su compromiso y la muestra de su amor sincero.
SALMO
Sal 67, 29-30. 33-36
R. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor! O bien: Aleluya.
Tu
Dios ha desplegado tu poder: ¡sé fuerte, Dios, Tú que has actuado por
nosotros! A causa de tu Templo, que está en Jerusalén, los reyes te
presentarán tributo. R.
¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, al que cabalga por el cielo, por el cielo antiquísimo! R.
Él hace oír su voz poderosa, ¡reconozcan el poder del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes. R.
EVANGELIO
Jn 17, 6a. 11b-19
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A
la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al
cielo, y oró diciendo: "Padre santo, manifesté tu nombre a los que
separaste del mundo para confiármelos. Cuida en tu Nombre a todos los
que me diste para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con
ellos, Yo los cuidaba en tu Nombre a los que me diste; los protegía y no
se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se
cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el
mundo, para que mí gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les
comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo,
sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco
yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad. Así
como tú me enviaste al mundo, Yo también los envío al mundo. Por ellos
me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad".
Palabra del Señor.
Comentario
En
esta parte de las palabras de la última cena, Jesús ya no se dirige a
los discípulos sino que habla directamente con el Padre. Este capítulo
recibe el nombre de "oración sacerdotal" porque Jesús reza por "los
suyos" y ofrece su sacrificio para santificarlos. Releamos lentamente
las palabras de esta oración: Jesús las pronunció por cada uno de
nosotros.
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