De la feria. Misa del día 20. Morado.
LECTURA
Is 7, 10-14
Lectura del libro de Isaías.
El
Señor habló a Ajaz en estos términos: "Pide para ti un signo de parte
del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas". Pero
Ajaz respondió: "No lo pediré ni tentaré al Señor". Isaías dijo:
"Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los
hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará
un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo
llamará con el nombre de Emanuel".
Palabra de Dios.
Comentario
En
su momento, esta profecía fue dicha al descendiente de David que
ocupaba el trono: el rey Ajaz, que gobernó Judá entre el 736 y el 716
a.C. El rey se negaba a reconocer que la señal favorable de Dios estaba
en la pequeñez de un niño. En la debilidad y la ternura, se esconde el
que es Emanuel, "Dios con nosotros". Solo la mirada de la fe puede
descubrirlo.
SALMO
Sal 23, 1-4ab. 5-6
R. ¡Llega el Señor, el Rey de la gloria!
Del
Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus
habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las
corrientes del océano. R.
¿Quién
podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a
los ídolos. R.
Él
recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así
son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.
EVANGELIO
Lc 1, 26-38
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El
Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre
perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la
virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo:
"¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar
ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha
favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para
siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser
eso; si yo no tengo relación con ningún hombre?". El Ángel le
respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será
llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a
pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en
su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo
entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu
palabra". Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.
Comentario
María
vivió en la pequeñez de los pobres de Yavé: era una jovencita virgen de
una aldea perdida en las colinas de Galilea, lejos de la Capital y de
los centros de poder. Fue a ella que el Ángel le anunció cosas grandes:
"este niño reinará desde el trono de David, su reino no tendrá fin, él
será grande y se lo llamará Hijo del Altísimo". Así, en la debilidad de
la vida de los pobres que solo confían en Dios, se hacen realidad sus
promesas.
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