jueves, 20 de diciembre de 2012

De la feria. Misa del día 20. Morado.
LECTURA
Is 7, 10-14
Lectura del libro de Isaías.
El Señor habló a Ajaz en estos términos: "Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas". Pero Ajaz respondió: "No lo pediré ni tentaré al Señor". Isaías dijo: "Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel".
Palabra de Dios.

Comentario
En su momento, esta profecía fue dicha al descendiente de David que ocupaba el trono: el rey Ajaz, que gobernó Judá entre el 736 y el 716 a.C. El rey se negaba a reconocer que la señal favorable de Dios estaba en la pequeñez de un niño. En la debilidad y la ternura, se esconde el que es Emanuel, "Dios con nosotros". Solo la mirada de la fe puede descubrirlo.

SALMO
Sal 23, 1-4ab. 5-6
R. ¡Llega el Señor, el Rey de la gloria!
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos. R.
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.

EVANGELIO
Lc 1, 26-38
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso; si yo no tengo relación con ningún hombre?". El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu palabra". Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.

Comentario
María vivió en la pequeñez de los pobres de Yavé: era una jovencita virgen de una aldea perdida en las colinas de Galilea, lejos de la Capital y de los centros de poder. Fue a ella que el Ángel le anunció cosas grandes: "este niño reinará desde el trono de David, su reino no tendrá fin, él será grande y se lo llamará Hijo del Altísimo". Así, en la debilidad de la vida de los pobres que solo confían en Dios, se hacen realidad sus promesas.

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