martes, 10 de agosto de 2010

San Lorenzo, diácono y mártir. (F). Rojo.

Lorenzo pertenecía al grupo de diáconos romanos que sufrieron el martirio en el año 258, junto con el papa Sixto II, durante la persecución del emperador Valeriano. Como diácono tenía la obligación de distribuir los bienes materiales entre los pobres de la comunidad. Cuando se le exigió que entregara el tesoro al emperador, no solamente se negó sino que además le mostró a un grupo de pobres y enfermos y le dijo: "Estos son los tesoros de la Iglesia". Según algunas tradiciones, su martirio fue terrible, murió carbonizado en una parrilla.

LECTURA

2Cor 9, 6-10

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: "El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente". El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia.

Palabra de Dios.



Comentario

El "dar" no puede ser motivo de conflicto, ni producto de esfuerzos y tensiones. El "dar" surge del amor, y san Pablo lo resume maravillosamente: "el que da, que lo haga con alegría". No importa cuánto en peso sino el cuánto de amor y alegría ponemos en la acción generosa y solidaria.



SALMO

Sal 111, 1-2. 5-9

R. Dichoso el que se compadece y da prestado.

Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos: su descendencia será fuerte en la tierra, la posteridad de los justos es bendecida. R.

Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. R.

No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. Su ánimo está seguro, no temerá, hasta que vea derrotados a sus enemigos. R.

Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.



EVANGELIO

Jn 12, 24-26

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la perderá; pero el que odia su vida en este mundo la conservará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme será honrado por mi Padre".

Palabra del Señor.



Comentario

"La exigencia de que el siervo esté donde está su señor no se refiere en primer lugar al sufrimiento, aunque sea éste el punto importante de este contexto particular. Hay un indicio aquí, que se desarrollará posteriormente en el evangelio (cfr. 17, 1-26), de la integración de los discípulos en la unidad que vincula al Padre y al Hijo" (F. Moloney, El evangelio de Juan).

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