lunes, 9 de agosto de 2010

Misa a elección. Feria. Verde. - Santa Teresa Benedicta de la Cruz, - virgen y mártir. (ML). Rojo.

Teresa nació en Alemania con el nombre de Edith Stein. Fue una mujer judía, importante filósofa, que se convirtió al catolicismo. Cuando el nazismo se impuso en Alemania, ella tuvo dificultades para seguir ejerciendo como profesora de Filosofía por su origen judío. Ingresó como monja carmelita, y debió emigrar al Carmelo de Echt, en Holanda, huyendo de los nazis. En ese monasterio, fue tomada prisionera y enviada a Auschwitz, donde, junto con su hermana Rosa, fueron asesinadas en la cámara de gas en el año 1942. Dejó escritas importantes obras de teología, entre ellas, "El Ser finito y eterno" y los comentarios a los escritos de santa Teresa de Ávila.

LECTURA

Ez 1, 2-5. 24-28

Lectura de la profecía de Ezequiel.

El día cinco del mes ?era el año quinto de la deportación del rey Joaquín? la palabra del Señor llegó a Ezequiel, hijo del sacerdote Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar. Allí la mano del Señor descendió sobre él. Yo miré, y vi un viento huracanado que venía del norte, y una gran nube con un fuego fulgurante y un resplandor en torno de ella; y de adentro, de en medio del fuego, salía una claridad como de electro. En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes que por su aspecto parecían hombres. Yo oí el ruido de sus alas cuando ellos avanzaban: era como el ruido de aguas torrenciales, como la voz del Todopoderoso, como el estruendo de una multitud o de un ejército acampado. Al detenerse, replegaban sus alas. Y se produjo un estruendo sobre la plataforma que estaba sobre sus cabezas. Encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas, había algo así como una piedra de zafiro, con figura de trono; y encima de esa especie de trono, en lo más alto, una figura con aspecto de hombre. Entonces vi un fulgor como de un rayo, algo así como un fuego que lo rodeaba desde lo que parecía ser su cintura para abajo; vi algo así como un fuego y una claridad alrededor de él: como el aspecto del arco que aparece en las nubes los días de lluvia, así era la claridad que lo rodeaba. Éste era el aspecto, la semejanza de la gloria del Señor. Al verla, caí con el rostro en tierra.

Palabra de Dios.



Comentario

El profeta tiene una experiencia de Dios, fuerte, impactante e imposible de traducir en palabras. Cuando Dios se nos revela, no lo podemos explicar, y el lenguaje se torna más complejo y limitado. No busquemos en este texto algo más que la intención de un hombre de hablarnos de la Gloria de Dios.



SALMO

Sal 148, 1-2. 11-14

R. ¡Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria!

Alaben al Señor desde el cielo, alábenlo en las alturas; alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos. R.

Los reyes de la tierra y todas las naciones, los príncipes y los gobernantes de la tierra; los ancianos, los jóvenes y los niños. Alaben el Nombre del Señor. R.

Alaben el Nombre del Señor. Porque sólo su Nombre es sublime; su majestad está sobre el cielo y la tierra, y él exalta la fuerza de su pueblo. R.

¡A él, la alabanza de todos sus fieles, y de Israel, el pueblo de sus amigos! R.



EVANGELIO

Mt 17, 22-27

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?". "Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?". Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".

Palabra del Señor.



Comentario

Esta reacción de Jesús ante el pago de impuestos al Templo y a Roma es revolucionaria y podría ser un motivo de preocupación de los hombres del poder. Con su explicación a Pedro, está afirmando que Dios es dueño de toda la tierra, y sus hijos no deberían pagar por lo que Dios les ha dado a todos. Para Jesús, el pago de este impuesto a Roma, es un atropello y una prepotencia. Sin embargo, a pesar de esta clara conciencia de la propiedad, Jesús no quiere entrar en un conflicto coyuntural. Pero nos deja una importante enseñanza acerca de quién es en verdad dueño de la tierra.

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