martes, 31 de agosto de 2010

De la feria. Verde.

LECTURA

1Cor 2, 10-16

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Hermanos: El Espíritu lo penetra todo, hasta lo más íntimo de Dios. ¿Quién puede conocer lo más íntimo del hombre, sino el espíritu del mismo hombre? De la misma manera, nadie conoce los secretos de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que reconozcamos los dones gratuitos que Dios nos ha dado. Nosotros no hablamos de estas cosas con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con el lenguaje que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, expresando en términos espirituales las realidades del Espíritu. El hombre puramente natural no valora lo que viene del Espíritu de Dios: es una locura para él y no lo puede entender, porque para juzgarlo necesita del Espíritu. El hombre espiritual, en cambio, todo lo juzga, y no puede ser juzgado por nadie. Porque ¿quién penetró en el pensamiento del Señor, para poder enseñarle? Pero nosotros tenemos el pensamiento de Cristo.

Palabra de Dios.



Comentario

El Espíritu Santo nos instruye en nuestro interior con una instrucción que sobrepasa lo intelectual. Hay misterios de Dios que no se pueden explicar como un teorema matemático. El Espíritu nos da el poder comprenderlos y saborearlos con un conocimiento más interior, haciendo que tengamos experiencia de Dios y lleguemos a gustar de su bondad.



SALMO

Sal 144, 8-14

R. El Señor es justo en todos sus caminos.

El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. R.

Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R.

Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. R.

El Señor es fiel en todas sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que caen y endereza a los que están encorvados. R.



EVANGELIO

Lc 4, 31-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre". El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño. El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: "¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!". Y su fama se extendía por todas partes en aquella región.

Palabra del Señor.



Comentario

"La acción del demonio, según narran los evangelios, está destinada a producir algún tipo de sufrimiento en el hombre. De este modo ataca lo más profundamente humano: el deseo universal de felicidad. El hombre, víctima del mal, no puede ser feliz. Y esto está expresado en los relatos evangélicos, en posesiones que producen enfermedades, impedimentos para recibir la Palabra de Dios liberadora, impureza, etc. Los exorcismos, o expulsión de los demonios, expresan, del mismo modo que las curaciones, la victoria del Reino de Dios sobre el antireino, sobre el mal y sobre todo lo que oprime al hombre" (José Luis D´Amico, Este es el Hombre, Ed. Docencia).

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