Misa a elección. Feria. Verde. San Francisco de Sales,
obispo y doctor de la Iglesia (ML). Blanco. María, Reina de la paz (ML).
Blanco.
Luego de recibirse de abogado,
Francisco decidió seguir el camino del sacerdocio. Comprendió la
necesidad de predicar la Palabra de Dios a través de nuevos medios y
enfrentándose a la doctrina calvinista. Así difundió las ideas católicas
repartiendo de casa en casa un periódico que él mismo escribía y
editaba. Sus obras más conocidas son: "El Tratado del Amor de Dios" y
"La Introducción a la vida devota". Murió el 28 de diciembre de 1622 en
Lyon y fue canonizado en 1655.
LECTURA
Heb 7, 25?8, 6
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos:
Jesús puede salvar en forma definitiva a los que se acercan a Dios por
su intermedio, ya que vive eternamente para interceder por ellos. Él es
el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha,
separado de los pecadores y elevado por encima del cielo. Él no tiene
necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada
día, primero por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo
de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. La Ley, en efecto,
establece como sumos sacerdotes a hombres débiles; en cambio, la palabra
del juramento ?que es posterior a la Ley? establece a un Hijo que llegó
a ser perfecto para siempre. Éste es el punto capital de lo que estamos
diciendo: tenemos un Sumo Sacerdote tan grande que se sentó a la
derecha del trono de la Majestad en el cielo. Él es el ministro del
Santuario y de la verdadera Morada, erigida no por un hombre, sino por
el Señor. Ahora bien, todo Sumo Sacerdote es constituido para presentar
ofrendas y sacrificios; de ahí la necesidad de que tenga algo que
ofrecer. Si Jesús estuviera en la tierra, no podría ser sacerdote,
porque ya hay aquí otros sacerdotes que presentan las ofrendas de
acuerdo con la Ley. Pero el culto que ellos celebran es una imagen y una
sombra de las realidades celestiales, como Dios advirtió a Moisés
cuando éste iba a construir la Morada, diciéndole: "Tienes que hacerlo
todo conforme al modelo que te fue mostrado en la montaña". Pero ahora,
Cristo ha recibido un ministerio muy superior, porque es el mediador de
una Alianza más excelente, fundada sobre promesas mejores.
Palabra de Dios.
Comentario
El
sacerdocio de Jesús se opone radicalmente al sacerdocio de quienes, en
el templo de Jerusalén, ofrecen día tras día un sacrificio que nunca
podrá llegar a ser perfecto. Jesús, por estar ya junto al Padre, ha
ofrecido un sacrificio eterno, único y definitivo. Ya no debemos esperar
otra mediación, ya no debemos agregar más sacrificios: Cristo lo hizo
por nosotros y para siempre.
SALMO
Sal 39, 7-10. 17
R. ¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad!
Tú
no quisiste víctima ni oblación; me diste un oído atento; no pediste
holocaustos ni sacrificios, entonces dije: "Aquí estoy". R.
"En el libro de la Ley está escrito que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mí corazón". R.
Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea: no, no mantuve cerrados mis labios, tú lo sabes, Señor. R.
Que
se alegren y se regocijen en ti todos los que te buscan y digan siempre
los que desean tu victoria; "¡Qué grande es el Señor!". R.
EVANGELIO
Mc 3, 7-12
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús
se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha
gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su
encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la
Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus
discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo
apretujara. Porque, como sanaba a muchos todos los que padecían algún
mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas
lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!".
Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de
manifiesto.
Palabra del Señor.
Comentario
Jesús
atrae, convoca, reúne. Y en esta escena, podemos imaginar que se le
acerca todo tipo de gente: enfermos, curiosos y hasta quienes están
oprimidos por el mal. Todos lo escuchan y contemplan. Y los discípulos
acompañan esta acción en una actitud de cuidado y atención hacia Jesús.
Todos se necesitan, todos aportan algo. Una hermosa escena de la vida
comunitaria.
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