De la feria. Blanco. -
San Raimundo de Peñafort, presbítero. (ML). Blanco. -
Tiempo de Navidad.
San Raimundo fue un
religioso dominico que se destacó por su contribución en la organización
del derecho canónico y su actividad pastoral. En este sentido, redactó
varios manuales para confesores y fue llamado por el Papa para compilar y
ordenar las leyes canónicas. Murió en Barcelona en 1275.
LECTURA
1Jn 3, 22?4, 6
Lectura de la primera carta de san Juan.
Hijos
míos: Dios nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus
mandamientos y hacemos lo que le agrada. Su mandamiento es éste: que
creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los
otros como él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en
Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros,
por el Espíritu que nos ha dado. Queridos míos, no crean a cualquiera
que se considere inspirado: pongan a prueba su inspiración, para ver si
procede de Dios, porque han aparecido en el mundo muchos falsos
profetas. En esto reconocerán al que está inspirado por Dios: todo el
que confiesa a Jesucristo manifestado en la carne, procede de Dios. Y
todo el que niega a Jesús, no procede de Dios, sino que está inspirado
por el Anticristo, de quien ustedes oyeron decir que vendría y ya está
en el mundo. Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos falsos
profetas, porque Aquél que está en ustedes es más grande que el que
está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan el lenguaje del
mundo y el mundo los escucha. Nosotros, en cambio, somos de Dios. El que
conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios, no nos escucha. Y
en esto distinguiremos la verdadera de la falsa inspiración.
Palabra de Dios.
Comentario
Varias
veces, a lo largo de la carta, el autor nos previene del Anticristo, es
decir, cualquier fuerza que se opone al poder amoroso y liberador de
Dios. Cuando un falso profeta se predica a sí mismo, cuando los
criterios mundanos quieren imponerse sobre el evangelio y cuando, en
definitiva, en lugar del amor se propone el odio y el egoísmo, eso no
proviene del espíritu de Jesucristo.
SALMO
Sal 2, 7-8. 10-12a
R. ¡Te daré las naciones como herencia!
Voy
a proclamar el decreto del Señor: Él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo
te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y
como propiedad, los confines de la tierra". R.
Por eso, reyes, sean prudentes; aprendan, gobernantes de la tierra. Sirvan al Señor con temor; temblando, ríndanle homenaje. R.
EVANGELIO
Mt 4, 12-17. 23-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Cuando
Jesús se enteró de que Juan Bautista había sido arrestado, se retiró a
Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaúm, a orillas del
lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que
había sido anunciado por el profeta Isaías: "¡Tierra de Zabulón, tierra
de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las
naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre
los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una
luz". A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse,
porque el Reino de los Cielos está cerca". Jesús recorría toda la
Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena
Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la
gente. Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los
enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos:
endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los sanaba. Lo seguían
grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de
Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.
Palabra del Señor.
Comentario
Galilea
era una zona fronteriza, donde habitaban muchos extranjeros. Cafarnaúm
se encontraba a orillas del Lago de Galilea, también llamado Tiberíades.
Por allí pasaba un camino romano y existía una guarnición militar. En
ese lugar, se comentaba la actividad que Jesús desarrollaba, y la Buena
Noticia se iba extendiendo por los caminos. Por eso, todos los que
estaban esperando sanación y liberación llegaban hasta Jesús.
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