lunes, 15 de octubre de 2012

Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (MO). Blanco.
Gran mística y reformadora, junto con san Juan de la Cruz impulsaron la reforma de la Orden Carmelita en el siglo XVI en España. Fue una mujer que combinó santamente la vida interior y la acción. Su reflexión la encontramos en numerosas obras teológicas y místicas, que le valieron ser una de las primeras mujeres reconocida como doctora de la Iglesia. Siendo una mujer culta y demostrando en sus escritos toda su sabiduría, afirmaba sin embargo que "no está la cosa en pensar mucho sino en amar mucho". Su intensa actividad ha quedado evidente en la fundación de numerosos conventos en toda España.
LECTURA
Gál 4, 22-24. 26-27. 31?5, 1
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era libre. El hijo de la esclava nació según la carne; en cambio, el hijo de la mujer libre nació en virtud de la promesa. Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres representan las dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinaí, que engendró un pueblo para la esclavitud, está representada por Agar. Pero hay otra Jerusalén, la celestial, que es libre, y ella es nuestra madre. Porque dice la Escritura: "¡Alégrate, tú que eres estéril y no das a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no conoces los dolores del parto! Porque serán más numerosos los hijos de la mujer abandonada que los hijos de la que tiene marido". Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una esclava, sino de la mujer libre. Ésta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud.
Palabra de Dios.
Comentario
La vida cristiana debe ser una constante atención. Tenemos que evaluar qué es lo que está buscando esclavizarnos en cada momento, o a cada paso. Tendremos múltiples tentaciones para volver a estar dominados por aquello que no es de Dios. Y de esta manera perdemos la libertad que nos regaló el Señor.
SALMO
Sal 112, 1-7
R. ¡Bendito sea el Nombre del Señor! O bien: Aleluya.
Alaben, servidores del Señor, alaben el Nombre del Señor. Bendito sea el Nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el Nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? Él levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria. R.
EVANGELIO
Lc 11, 29-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Ésta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay Alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay Alguien que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Comentario
Jesús hace una revisión de dos grandes personajes de la historia del pueblo. Jonás, que fue obligado a predicar a los paganos, es ahora superado por Jesús, que viene para anunciar a todos el Reino; y Salomón, que recibe a los extranjeros para entregarles sabiduría, pero se queda corto ante el gesto de la Palabra de Dios que viene a todos los hombres.

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