domingo, 19 de febrero de 2012

7º domingo durante el año. Verde.

Cor 1, 18-22Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.Hermanos: Les aseguro, por la fidelidad de Dios, que nuestro lenguaje con ustedes no es hoy "sí", y mañana "no". Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, el que nosotros hemos anunciado entre ustedes ?tanto Silvano y Timoteo, como yo mismo? no fue "sí" y "no", sino solamente "sí". En efecto, todas las promesas de Dios encuentran su "sí" en Jesús, de manera que por él decimos "Amén" a Dios, para gloria suya. Y es Dios el que nos reconforta en Cristo, a nosotros y a ustedes; el que nos ha ungido, el que también nos ha marcado con su sello y ha puesto en nuestros corazones las primicias del Espíritu.Palabra de Dios.La fe no tiene "medias tintas". Aunque sepamos de nuestra debilidad y nuestra pobre condición humana, no podemos justificar o negar lo que sabemos que es una traición al evangelio.


EVANGELIO

Mc 2, 1-12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús volvió a Cafarnaúm y se difundió la noticia de que estaba en la casa. Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra. Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres. Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados". Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: "¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?". Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: "¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate, toma tu camilla y camina"? Para que ustedes sepan que el Hijo de hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados, dijo al paralítico: Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto nada igual".

Palabra del Señor.



Comentario

Un milagro no está destinado a cambiar únicamente la situación del necesitado, porque la acción de Jesús no está destinada "sólo a uno", sino a todos. El hombre paralítico recibe el perdón, pero todos reciben la propuesta del cambio de vida. Algunos cuestionan, otros se maravillan, otros adhieren y otros quedan indiferentes.

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