lunes, 8 de agosto de 2011

Santo Domingo, presbítero. (MO). Blanco.

Domingo nació en el año 1170 en el seno de una noble familia. Preocupado desde su juventud por el estudio, se destacaba por su regularidad, responsabilidad y atención en cada cosa que hacía. Fundó la Orden de los Predicadores, dominicos, con el fin de dedicarse intensamente a predicar la fe católica, que en aquel entonces era atacada por varias herejías. Los frailes dominicos se extendieron muy pronto por toda Europa, con el convencimiento de que debían predicar el evangelio imitando a los apóstoles, con intrepidez y espíritu profético. El papa Onorio III aprobó la Orden de los Predicadores, con la misión de predicar la sana doctrina del Evangelio. Domingo murió el 6 de agosto de 1221 y fue proclamado santo trece años después.

LECTURA

Deut 10, 12-22

Lectura del libro del Deuteronomio.

Moisés habló al pueblo diciendo: Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que lo temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien. Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos, como sucede hoy. Por eso, circunciden sus corazones y no persistan en su obstinación, porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar. Él hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero y le da ropa y alimento. También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto. Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a él y jura por su Nombre. Él es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo. Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.

Palabra de Dios.



Comentario

"A lo largo de la Ley [el Pentateuco], se encuentra treinta y seis veces el mandamiento de amar al extranjero. En la visión de la Ley, la ética se encuentra en la esfera de la religión, porque Dios señala las líneas de la conducta humana. Por lo tanto, la estima y amor al extranjero es un reflejo de nuestro amor a Dios. En el inmigrante estamos llamados a ver, primero y principalmente, la presencia del Dios redentor; y desde allí, estrechar nuestros lazos con toda la humanidad" (W. G. Plaut, The Torah, a modern commentary).



SALMO

Sal 147, 12-15. 19-20

R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! Él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.

Él asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente. R.

Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos. R.



EVANGELIO

Mt 17, 22-27

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?". "Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?" Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".

Palabra del Señor.



Comentario

"Los hijos están libres". Y nosotros somos hijos e hijas de Dios. Frente a él, no somos esclavos sometidos a sus caprichos, sino hijos e hijas para relacionarnos con espontaneidad y libertad. Desde esa libertad, como Jesús, aplicamos nuestro discernimiento en las cosas cotidianas.

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