martes, 30 de agosto de 2011

Santa Rosa de Lima, virgen; - Patrona de América Latina. (F). Blanco.

Esta santa nació en Lima, Perú, de padres españoles. Como no había convento dominico de mujeres en su ciudad, se consagró como laica terciaria. En el fondo de su casa construyó una ermita donde pasaba muchas horas dedicada a la oración y la penitencia. También visitaba a los enfermos de su ciudad. Murió en el año 1617. Es la patrona de América.

LECTURA

2Cor 10, 17-11, 2

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Hermanos: El que se gloría, que se gloríe en el Señor. Porque el que vale no es el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien Dios recomienda. ¡Ojalá quieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran. Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único esposo, Cristo, para presentarlos a él como una virgen pura.

Palabra de Dios.



Comentario

La humildad nos lleva a reconocer que lo bueno y grande que hay en nosotros es don de Dios. Y reconocerlo de esta manera, nos hará que lo pongamos al servicio de la comunidad. Y así la comunidad crece, con lo que nosotros aportamos.



SALMO

Sal 148, 1-2. 11-14

R. Los jóvenes y las vírgenes, alaben el nombre del Señor.

Alaben al Señor desde el cielo, alábenlo en las alturas; alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos. R.

Los reyes de la tierra y todas las naciones, los príncipes y los gobernantes de la tierra; los ancianos, los jóvenes y los niños, alaben el nombre del Señor. R.

Su majestad está sobre el cielo y la tierra, y él exalta la fuerza de su pueblo. ¡A él, la alabanza de todos sus fieles, y de Israel, el pueblo de sus amigos! R.



EVANGELIO

Mt 13, 44-46

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a la multitud: "El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas y, al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró".

Palabra del Señor.



Comentario

¡Cuántas cosas hemos tenido que dejar para vivir la alegría del Reino! Y hay que decir la verdad. En un principio nos daba miedo dejarlas. Sabemos que el Reino no siempre es compatible con todo lo que nos rodea, y debemos optar. Y esas opciones darán sus frutos. Solo debemos dar el paso.

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