lunes, 28 de febrero de 2011

De la feria. Verde.

LECTURA

Ecli 17, 24-26. 29

Lectura del libro del Eclesiástico.

A los que se arrepienten, el Señor les permite volver y reconforta a los que perdieron la constancia. Vuelve al Señor y deja de pecar, suplica ante su rostro y deja de ofenderlo. Vuelve al Altísimo, apártate de la injusticia y odia profundamente toda abominación. ¡Qué grande es la generosidad del Señor y su perdón para los que vuelven a él!

Palabra de Dios.



Comentario

La experiencia del pecado es parte de nuestra propia vida, de nuestro caminar. Somos débiles, frágiles, y no siempre queremos ver con claridad nuestro camino. Fácilmente pecamos. Y reconocer la Bondad de Dios que nos recibe con su perdón nos cuesta. A veces parece que dudamos de la Bondad de Dios, porque no podemos creer que sea tan misericordioso. Dejemos que Dios nos muestre un nuevo modo de sentir su amor, que es recibir su perdón.



SALMO

Sal 31, 1-2. 5-7

R. ¡Que los justos se alegren en el Señor!

¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta! ¡Feliz el hombre a quien el Señor no le tiene en cuenta las culpas, y en cuyo espíritu no hay doblez! R.

Pero yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa, pensando: "Confesaré mis faltas al Señor". ¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado! R.

Por eso, que todos tus fieles te supliquen en el momento de la angustia; y cuando irrumpan las aguas caudalosas no llegarán hasta ellos. R.

Tú eres mi refugio, tú me libras de los peligros y me colmas con la alegría de la salvación. R.



EVANGELIO

Mc 10, 17-27

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?". Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre". El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud". Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme". Él, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios". Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?". Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible".

Palabra del Señor.



Comentario

"En su universalismo Jesús de Nazaret mira al rostro de este hombre y el evangelista se atreve a decir que lo ama. Aquí las y los traductores tienen un grave problema, y aún los otros evangelistas han omitido esta desconcertante frase, ya que esta es casi la única vez en que se afirma concretamente que Jesús ama a una persona determinada. Siempre tenemos declaraciones generales y abstractas del amor de Dios pero muy pocas veces ese amor se individualiza al extremo, como en esta escena, porque muy bien sabe Jesús de Nazaret que un concepto de universalidad como derecho solo puede llegar a la plenitud en la medida que cada grupo y que cada persona, en el arco iris de la creación, puedan hacer su propia contribución en la construcción de ese concepto liberado y liberador de universalidad" (Pastor Lisandro Orlov, http://www.pastoralsida.com.ar/desafios_de_la_palabra/28ordinario2009.html).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!