domingo, 13 de febrero de 2011

6º domingo durante el año. Verde.

PRIMERA LECTURA

Ecli 15, 15-20

Lectura del libro del Eclesiástico.

Si quieres, puedes observar los mandamientos y cumplir fielmente lo que agrada al Señor. Él puso ante ti el fuego y el agua: hacia lo que quieras, extenderás tu mano. Ante los hombres están la vida y la muerte: a cada uno se le dará lo que prefiera. Porque grande es la sabiduría del Señor, él es fuerte y poderoso, y ve todas las cosas. Sus ojos están fijos en aquellos que lo temen y él conoce todas las obras del hombre. A nadie le ordenó ser impío ni dio a nadie autorización para pecar.

Palabra de Dios.



Comentario

A cada paso se nos presentan situaciones en las cuales debemos discernir el mejor camino, elegir entre lo que genera vida o lo que lleva a la muerte. La Palabra que Dios nos da es la guía para el bien; guiados por esa Palabra avanzaremos confiados por los caminos de la vida.



SALMO

Sal 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34

R. Felices los que siguen la ley del Señor:

Felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor. Felices los que cumplen sus prescripciones y lo buscan de todo corazón. R.

Tú promulgaste tus mandamientos para que se cumplieran íntegramente. ¡Ojalá yo me mantenga firme en la observancia de tus preceptos! R.

Sé bueno con tu servidor, para que yo viva y pueda cumplir tu palabra. Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu ley. R.

Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos, y yo los cumpliré a la perfección. Instrúyeme, para que observe tu ley y la cumpla de todo corazón. R.



SEGUNDA LECTURA

1Cor 2, 6-10

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Hermanos: Es verdad que anunciamos una sabiduría entre aquellos que son personas espiritualmente maduras, pero no la sabiduría de este mundo ni la que ostentan los dominadores de este mundo, condenados a la destrucción. Lo que anunciamos es una sabiduría de Dios, misteriosa y secreta, que él preparó para nuestra gloria antes que existiera el mundo; aquélla que ninguno de los dominadores de este mundo alcanzó a conocer, porque si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria. Nosotros anunciamos, como dice la Escritura, "lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman". Dios nos reveló todo esto por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo penetra todo, hasta lo más íntimo de Dios.

Palabra de Dios.



Comentario

San Pablo opone la sabiduría de este mundo y de los príncipes de este mundo a la sabiduría de Dios. Los jefes y notables de este mundo, los que buscan un conocimiento que les dé el control sobre las personas, no acceden a la sabiduría de Dios. Que es sabiduría que viene del Espíritu, y que sólo se revela desde el interior.



EVANGELIO

Mat 5, 17-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a sus discípulos: No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una i ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos. Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: "No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal". Pero yo les digo que todo aquél que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquél que lo insulta, merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice, merece el infierno. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Ustedes han oído que se dijo: "No cometerás adulterio". Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. También se dijo: "El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio". Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: "No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor". Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan "sí", que sea sí, y cuando digan "no", que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.

Palabra del Señor.



Comentario

"Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos?". Para el judaísmo contemporáneo a Jesús, el hombre justo era aquel que ajustaba su vida a la Ley. En esta parte del sermón, Jesús dice, por un lado, que no vino a cambiar nada de la Ley sino a darle perfección. Pero también dice que hace falta un tipo de justicia, es decir, un modo de ajustarse a la Ley, mayor que el de escribas y fariseos. ¿En qué sentido? Jesús no habla del formalismo de la Ley ni de agregar nuevos preceptos. Lo que él quiere es una interiorización de la Ley. Un cumplimiento externo es algo muy pobre, es lo mínimo. Para Jesús no alcanza con decir "yo no maté a nadie"; la justicia mayor está en amar y perdonar. Esto es para Jesús el modo de perfección de la Ley: se hace más radical, porque abarca no sólo los actos externos sino también la intención del corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!