San Marcos, evangelista. (F). Rojo.
Su
nombre completo era Juan Marcos. Formó parte de la primera comunidad
cristiana, que se reunía en la casa de su madre, María, en Jerusalén
(Hech 12,12). Fue parte de los primeros grupos de misioneros que
viajaron llevando el Evangelio. La tradición dice que acompañó a San
Pedro hasta Roma, donde sufrió el martirio. Se lo identifica con el
león, ya que, en su Evangelio, narra que Jesús estuvo en el desierto
"entre las fieras".
LECTURA
1Ped 5, 5b-14
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro.
Queridos
hermanos: Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con
los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los
humildes. Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los
eleve en el momento oportuno. Descarguen en él todas sus inquietudes, ya
que él se ocupa de ustedes. Sean sobrios y estén siempre alerta, porque
su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién
devorar. Resístanle firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos dispersos
por el mundo padecen los mismos sufrimientos que ustedes. El Dios de
toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo Jesús,
después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los
hará fuertes e inconmovibles. ¡A él sea la gloria y el poder
eternamente! Amén. Les escribo estas breves palabras por medio de
Silvano, a quien considero un hermano fiel, para exhortarlos y
atestiguar que ésta es la verdadera gracia de Dios: permanezcan
adheridos a ella. La Iglesia de Babilonia, que ha sido elegida como
ustedes, los saluda, lo mismo que mi hijo Marcos. Salúdense los unos a
los otros con un beso de amor fraternal. Que descienda la paz sobre
ustedes, los que están unidos a Cristo.
Palabra de Dios.
Comentario
Esta
carta es un testimonio de los vínculos de cariñosa hermandad que se
vivían entre apóstoles y evangelizadores. Eran mucho más que "un equipo
de trabajo", como se podría encontrar en cualquier empresa. La fe común
en Jesucristo sustenta un lazo sólido. Y el beso de paz que se
intercambia en el saludo es símbolo de esa comunión.
SALMO
Sal 88, 2-3. 6-7. 16-17
R. ¡Cantaré eternamente tu misericordia, Señor!
Cantaré
eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las
generaciones. Porque tú has dicho: "Mi amor se mantendrá eternamente, mi
fidelidad está afianzada en el cielo". R.
¡Feliz
el pueblo que sabe aclamarte! Ellos caminarán a la luz de tu rostro; se
alegrarán sin cesar en tu Nombre, serán exaltados a causa de tu
justicia. R.
Porque
tú eres su gloria y su fuerza; con tu favor, acrecientas nuestro poder.
Sí, el Señor es nuestro escudo, el santo de Israel es realmente nuestro
rey. R
EVANGELIO
Mc 16, 15-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús
resucitado se apareció a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo,
anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice
se salvará. El que no crea se condenará. Y estos prodigios acompañarán a
los que crean: arrojarán demonios en mi Nombre y hablarán nuevas
lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un
veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los
enfermos y los sanarán". Después de decirles esto, el Señor Jesús fue
llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron a
predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su
palabra con los milagros que la acompañaban.
Palabra del Señor.
Comentario
El
encargo de Jesús se refiere a misiones peligrosas, y enfrentarse al
mal, agarrar serpientes o tomar venenos no son acciones inofensivas. Con
este lenguaje, Jesús quiere enviarnos a hacer presente el Reino de Dios
sin temores, pues él viene con nosotros. Esta es la Buena Noticia para
llevar a todos aquellos que sufren hoy las consecuencias del mal: la
presencia de Jesús, que libera de demonios y serpientes, es el mejor
antídoto contra todos los venenos.
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