sábado, 9 de junio de 2012

Misa a elección. Feria. Verde. - San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia. (ML).
Efrén el Sirio fue diácono de la iglesia de Edesa. Gran teólogo y poeta, compuso bellísimos himnos que fueron incorporados a la liturgia. Su poesía expresa el misterio de la Santísima Trinidad, su amor a la encarnación de Jesucristo y su devoción a María Santísima. Siendo monje y viviendo retirado en el silencio, abandonó su estado para asistir a las víctimas de la peste en el año 372.
LECTURA
2Tim 4, 1-8
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Yo te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino: proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar. Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas. Tú, en cambio, vigila atentamente, soporta todas las pruebas, realiza tu tarea como predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio. Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se aproxima: he peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe. Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese Día, y no solamente a mí, sino a todos los que hayan aguardado con amor su Manifestación.
Palabra de Dios.
Comentario
Hoy en día parece que mucha gente está dispuesta a correr detrás de cualquier palabra que le aventure felicidad y paz. Pero muchas veces esas búsquedas genuinas se topan con palabras que en el fondo están vacías. No dejemos de anunciar la Palabra de Dios, que es Palabra que nutre la vida y da sentido a la existencia.
SALMO
Sal 70, 8-9. 14-17. 22
R. ¡Mi boca anunciará tu salvación, Señor!
Mi boca proclama tu alabanza y anuncia tu gloria todo el día. No me rechaces en el tiempo de mi vejez, no me abandones, porque se agotan mis fuerzas. R.
Yo, por mi parte, seguiré esperando y te alabaré cada vez más. Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación. R.
Vendré a celebrar las proezas del Señor, evocaré tu justicia, que es sólo tuya. Dios mío, Tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas. R.
Entonces te daré gracias con el arpa, por tu fidelidad, Dios mío; te cantaré con la cítara, a ti, el Santo de Israel. R.
EVANGELIO
Mc 12, 38-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús enseñaba a la multitud: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad". Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".
Palabra del Señor.
Comentario
"Jesús, sentado y mirando, es conmovido por la acción pequeña de esta mujer pobre. Que seguramente pasaría inadvertida, ella y su acción, en medio de tantas personas llamativas y deslumbrantes. Los discípulos tenían la mirada puesta en otras cosas. Impresionados por las construcciones, aturdidos por la gente que iba y venía, inquietos por participar de los rituales, no podían ver, no podían detener la mirada en algo tan insignificante como una vieja pobre y silenciosa. Entonces, llamando a los discípulos, les dijo. Jesús tiene que hacer que los discípulos vean esto. Tiene que convocarlos, expresamente, porque la mirada de ellos estaba perdida en otras cosas. La gran lección sobre el compartir los bienes y la confianza en Dios providente la da Jesús contemplando a esta mujer" (Fuente: www.palabrasconmiel.wordpress.com/jesus-mujeres).

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