miércoles, 6 de junio de 2012

Misa a elección. Feria. Verde. - San Norberto, obispo. (ML). Blanco.
Norberto tenía un alto cargo en la corte del rey Enrique V de Alemania, llevando una despreocupada vida de placeres, hasta que se convirtió luego de salvar su vida en un accidente. Ordenado sacerdote, renunció a todos sus bienes y se puso a disposición del papa Gelasio II, para evangelizar Francia, Alemania, y los Países Bajos. Fundó la orden de los Premostratenses, que combinaba la vida de silencio y oración con la actividad pastoral. Murió en el año 1134.
LECTURA
2Tim 1, 1-3. 6-12
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús, saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos. Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad. No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. Él nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, y que ahora se ha revelado en la Manifestación de nuestro Salvador Jesucristo. Porque él destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, mediante la Buena Noticia, de la cual he sido constituido heraldo, Apóstol y maestro. Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quien he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado.
Palabra de Dios.
Comentario
Dos veces menciona este párrafo de la carta el verbo avergonzarse: "no te avergüences del testimonio que has de dar"; "yo no me avergüenzo de soportar estos sufrimientos". Los cristianos estamos siempre expuestos a ser mirados con desprecio y burla. Pero el Espíritu Santo nos mantiene en la fortaleza y también en el orgullo de saber quiénes somos y en manos de quién hemos puesto nuestra vida.
SALMO
Sal 122, 1-2
R. ¡Levanto mis ojos hacia ti, Señor!
Levanto mis ojos hacia ti, que habitas en el cielo. Como los ojos de los servidores están fijos en las manos de su señor. R
Como los ojos de la servidora están en las manos de su dueña: así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros. R.
EVANGELIO
Mc 12, 18-27
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Se acercaron a Jesús unos saduceos, que son los que niegan la resurrección, y le propusieron este caso: "Maestro, Moisés nos ha ordenado lo siguiente: "Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda". Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y también murió sin tener hijos; lo mismo ocurrió con el tercero; y así ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos ellos, murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". Jesús les dijo: "¿No será que ustedes están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios? Cuando resuciten los muertos, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en el cielo. Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob"? Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes. Ustedes están en un grave error".
Palabra del Señor.
Comentario
Otra pregunta para probar a Jesús, esta vez planteando un hipótetico caso que parecería irresoluble. Y otra vez, Jesús contesta desde la tradición y la fe de Israel. Cuando Dios se presentó a Moisés en la zarza, ya hacía siglos que Abraham, Isaac y Jacob habían muerto. Sin embargo, ellos están vivos ante Dios, por eso él sigue siendo "su Dios". Este es el Dios en quien creemos, el Dios de los vivientes.

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