miércoles, 7 de diciembre de 2011

San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia. (MO). - Blanco.

Ambrosio era abogado en Roma en el año 365 y actuaba como asesor del gobernador de Milán. Su desempeño a favor de la paz hizo que fuera nombrado obispo por aclamación popular. En una semana, pasó de catecúmeno a obispo. Fue un hombre de iglesia, un pastor y un excelente teólogo. Es uno de los cuatro doctores de la Iglesia latina.

LECTURA

Is 40, 25-31

Lectura del libro de Isaías.

Dice el Santo: " ¿A quién me van a asemejar, para que yo me iguale a él?". Levanten los ojos a lo alto y miren: ¿quién creó todos estos astros? El que hace salir a su ejército uno por uno y los llama a todos por su nombre: ¡su vigor es tan grande, tan firme su fuerza, que no falta ni uno solo! ¿Por qué dices, Jacob, y lo repites tú, Israel: "Al Señor se le oculta mi camino y mi derecho pasa desapercibido a mi Dios"? ¿No lo sabes acaso? ¿Nunca lo has escuchado? El Señor es un Dios eterno, Él crea los confines de la tierra; no se fatiga ni se agota, su inteligencia es inescrutable. Él fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. Los jóvenes se fatigan y se agotan, los muchachos tropiezan y caen. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.

Palabra de Dios.



Comentario

"El rostro de Dios que se transparenta en estos capítulos de Isaías tiene cuatro rasgos que sobresalen: amor desinteresado, poder creador, presencia fiel, santidad exigente. Yavé, el Dios del pueblo, es un Dios amoroso: revela una bondad que promueve y libera. Es un Dios fuerte: libera con un poder creador que tiene todo en las manos. Es un Dios fiel: su presencia amiga nunca falló y nunca fallará. Es un Dios santo: pide justicia, exige fidelidad y envía a la misión" (Carlos Mesters, La Biblia y la nueva evangelización, Cuadernos Sedoi 111).



SALMO

Sal 102, 1-4. 8.10

R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!

Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas y sana todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura. R.

El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas. R.



EVANGELIO

Mt 11, 28-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús tomó la palabra y dijo: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana".

Palabra del Señor.



Comentario

¡Cuánto consuelo encontramos en las palabras de Jesús! ¡Cuánta ternura hay en su llamado! Estamos dispersos y agobiados por tantas cosas distintas, y él simplemente nos dice: "¡Vengan!". Su palabra nos saca de la zozobra y del agobio. ¡Vayamos a él!

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