Santa Marta. (MO). Blanco.
"En Betania, un
pueblecito cercano a Jerusalén, vivía una familia de la cual dice el
Evangelio un elogio hermosísimo: 'Jesús amaba a Marta, a María y a su
hermano Lázaro'. Difícil encontrar un detalle más simpático acerca de
alguna familia: eran muy amados por Jesús"
(http://www.ewtn.com/spanish/saints/marta.htm).
LECTURA
Éx 24, 18bc; 31, 18; 32, 15-24. 30-34
Lectura del libro del Éxodo.
Moisés
subió al monte Sinaí y allí permaneció cuarenta días y cuarenta noches.
Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés, le dio las dos tablas del
Testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Moisés
emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus
manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y
de otro. Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre
ellas era escritura de Dios. Al escuchar el ruido de las aclamaciones
que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el
campamento". Pero Moisés respondió: "No son cantos de victoria, ni
alaridos de derrota; lo que oigo son cantos de coros alternados". Cuando
Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se
enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus
manos, las hizo añicos al pie de la montaña. Después tomó el ternero que
habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta pulverizarlo. Luego esparció
el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a los israelitas. Moisés dijo
a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer
un pecado tan grave?". Pero Aarón respondió: "Te ruego, Señor, que
reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al
mal. Ellos me dijeron: 'Fabrícanos un dios que vaya al frente de
nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que
nos hizo salir de Egipto'. Entonces les ordené: 'El que tenga oro que se
desprenda de él'. Ellos me lo trajeron, yo lo eché al fuego, y salió
este ternero". Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han
cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y
tal vez pueda expiar ese pecado. Moisés fue a encontrarse nuevamente
con el Señor y le dijo: Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran
pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. ¡Si tú quisieras
perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que
tú has escrito". El Señor le respondió: "Yo borraré de mi Libro al que
ha pecado contra mí. Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar
que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el
momento, los visitaré para castigarlos por su pecado".
Palabra de Dios.
Comentario
Nadie
parece hacerse cargo de este pecado de idolatría. El pueblo acusaría a
Aarón, y Aarón simplemente afirma "tiré el oro y salió este becerro",
como si hubiera sido obra de la casualidad. El pecado no solo es un acto
que va contra el hombre mismo, sino que además se mete tanto en nuestra
alma que lo justificamos haciéndonos los inocentes: "hice tal cosa y
salió tal otra".¿Cómo que "salió"? ¿No somos nosotros los responsables
de alguna manera del hambre, de la muerte, de las exclusiones de tantos
hombres y mujeres? ¿No somos nosotros responsables de tantas rupturas
entre los hombres ya sea en forma directa, por complicidad o por
omisión?
SALMO
Sal 105, 19-23
R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno! O bien: Aleluya.
En
Horeb se fabricaron un ternero, adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto. R.
Olvidaron
a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo. R.
El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme en la brecha para aplacar su enojo destructor. R.
EVANGELIO
Lc 10, 38-42
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús
entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su
casa. Tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del
Señor, escuchaba su palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los
quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi
hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". Pero el
Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas
cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria.
María eligió la mejor parte, que no le será quitada".
Palabra del Señor.
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