martes, 8 de noviembre de 2011

De la feria. Verde.

LECTURA

Sab 2, 23?3, 9

Lectura del libro de la Sabiduría.

Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza, pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla. Las almas de los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento. A los ojos de los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una desgracia y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz. A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad. Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto. Por eso brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los rastrojos. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre. Los que confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.

Palabra de Dios.



Comentario

El libro de la Sabiduría presenta situaciones humanas corrientes, preguntas, dudas y conflictos que aquejan a todo hombre, en todos los tiempos. Uno de estos temas es la muerte. Siempre será un tema central y clave. Ante esta realidad, el autor responde que sólo una vida de fe puede enfrentar con esperanza y entereza la muerte. No porque no se sufra, sino porque la incorpora como una etapa natural de su vida, cuyo destino final será el encuentro definitivo con Dios.



SALMO

Sal 33, 2-3. 16-19

R. ¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!

Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren. R.

Los ojos del Señor miran al justo y sus oídos escuchan su clamor; pero el Señor rechaza a los que hacen el mal para borrar su recuerdo de la tierra. R.

Cuando ellos claman, el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca del que sufre y salva a los que están abatidos. R.



EVANGELIO

Lc 17, 7-10

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús dijo a sus discípulos: Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando éste regresa del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"? ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber".

Palabra del Señor.



Comentario

No podemos enfrentar a Jesús con una lista de "buenas acciones". Lo que hacemos de bueno es lo que nos corresponde, porque es lo que somos, está en nuestra naturaleza cristiana. Y no debemos pretender que nos "devuelva" de acuerdo a "lo que damos". Con Jesús no hay negocio. Sino que se trata de ser fieles a lo que nos ha regalado.

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