miércoles, 7 de noviembre de 2012

María, Madre y medianera de la Gracia (MO). Blanco.
"¡Qué motivo de alegría será pues, el nuestro, ya que tenemos ante el sumo Rey de Reyes a María! Y como lo puede todo ante Dios, nos profesa a todos un amor no diré singular, como quien es de nuestra naturaleza y sangre, sino un amor maternal, íntimo, sincero, cordial, cual es el de los padres hacia los hijos más queridos. Ella, en su amor maternal, no deja de desearnos todo bien y trata de asegurárnoslo" (San Lorenzo de Brindis, Sermón III).
LECTURA
Gál 4, 4-7
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: iAbba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
Comentario
"El paralelismo entre nacido de una mujer y nacido bajo la ley manifiesta que Pablo piensa ante todo en la precariedad de la existencia que Cristo asume para salvarnos (como en Flp 2, 1-7 se despojó, tomó la condición de esclavo, se hizo como los demás hombres)" (E. Cothenet, La carta a los Gálatas, CB 34).
SALMO
Jdt 13, 18-19
R. iTú eres el insigne honor de nuestra raza!
Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía, más que a todas las mujeres de la tierra; y bendito sea el Señor Dios, creador del cielo y de la tierra. R.
Nunca olvidarán los hombres la confianza que has demostrado y siempre recordarán el poder de Dios. R.
EVANGELIO
Jn 2, 1-11
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino". Jesús le respondió: "Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía". Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que él les diga". Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: "Llenen de agua estas tinajas". Y las llenaron hasta el borde. "Saquen ahora ?agregó Jesús? y lleven al encargado del banquete". Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y, como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al novio y le dijo: "Siempre se sirve primero el buen vino, y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento". Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor.
Comentario
"La orden de la madre, es decir, que hicieran lo que Jesús les dijera, se está realizando a la perfección. El maestresala prueba el agua convertida en vino. No conoce el origen del vino, pero los sirvientes sí. Ellos habían echado el agua y saben que el vino es el resultado de una cadena de respuestas o reacciones a una serie de "palabras": la palabra de la madre sobre la palabra de su hijo (v. 5) y las dos palabras de Jesús (vv. 7-8). La importancia de aceptar la "palabra" de Jesús es un tema crucial" (F. Mülüney, El Evangelio de Juan).

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